AGRADECIMIENTO

Novela basada en hechos reales que la editorial MIRAHADAS publicará próximamente. Como en toda novela basada en hechos reales, hay una gran parte de realidad y una pequeña parte de ficción, si bien en «Hombres de una Raza Especial» los hechos relatados, por sí mismos, superan con creces a la ficción. Hechos que, en algunos casos, por su pragmatismo y crudeza, sobrecogerán el alma del lector.

El motivo de traerla a mi blog antes de que se publique, no es, principalmente, un intento de publicitarla, como podría pensarse, sino el único medio de que dispongo para poder agradecer la inapreciable y desinteresada colaboración de las personas que a continuación describo y que, sin su importante aportación y vivencias propias, la novela no habría podido contar con testimonios de primera mano. Aunque sus nombres aparecerán en el libro, en el apartado de colaboradores, era mi deseo expresarles mi gratitud en las páginas de mi blog. Los colaboradores han sido:

Luis Sierra Álvarez (Q.E.D.), Carlos Sierra Vaquero, Miguel Sierra Vaquero, Francisco Sierra Guerra, Eliseo Gancedo Fernández, Pilar Gancedo Fernández, Alvarina Fernández Alonso, Jesús Cerezal Fernández.

A todos ellos, mi más sincero agradecimiento.

Piorno-Kirschenfeld.

12 thoughts on “AGRADECIMIENTO

  1. dice el refran que de bien nacidos es ser agradecidos.
    eso no quita para poder dar a conocer un libro que yo leeré cuando lo publiquen, como he leido otros libros suyos.

  2. Espero con ansiedad tenerlo en mis manos, seguro que será tan interesante como los dos anteriores. Mucho éxito de acogimiento del libro.

  3. Gracias, amigo Pucelania. Me dices que como los otros dos, eso quiere decir que el tercero no lo has leído. Dime cuál es el que te falta o dime los que tienes y, aunque los tres están agotados, veré si puedo conseguirte el que te falta. Si es el último: Días de nieve, a pesar que las dos ediciones que se hicieron están agotadas, tal vez pueda conseguirte uno, porque hay quien ha comprado más de uno y quizá me de uno.
    Un abrazo.

  4. Dias de nieve lo tengo, además de Héroes de la oscuridad y el silencio y La senda de aquella mina. Había omitido en primero. Ya me informarás para hacerme con el próximo.
    Un abrazo.

  5. Gracias Piorno. La raza de los mineros, como tú bien la defines, es ESPECIAL, así, con mayúsculas, pero también es especial la de las familias de los mineros, las mujeres que son hijas de mineros, hermanas de mineros, madres de mineros, abuelas de mineros… esperar cada mañana, mediodía o noche el toque del pito de salir el relevo y la llegada a casa del minero, si durante su horario de trabajo siempre se estaba en vigilia, el tiempo que transcurría desde la hora de la salida hasta oir las pisadas en el camino, era una espera casi sin respirar. Eso sí, después el aire se soltaba de golpe.
    Ya dirás cuando lo publique la editorial, aunque a partir de ahora, haré un seguimiento.
    Un fuerte abrazo, querido Piorno

  6. Querida Xiplina. ¡Qué razón tienes! Todo cuanto dices es cierto, muy cierto. Quizá te faltó mencionar el terrible vacío que quedaba en una casa cuando -caso muy frecuente en los tiempos de nuestra infancia- el cabeza de familia, en muchos casos, único miembro que aportaba un ingreso, fallecía a causa de la silicosis o de accidente laboral. Creo que todo cuanto al respecto se pueda contar nunca será tan crudo como la propia realidad.
    Me ha alegrado verte aparecer en estas páginas. Sabes que te considero como una hermana.
    Un abrazo Para toda la familia.

  7. Hermoso rostro y soñadora mirada, reflejada en la portada de tu nuevo libro, amigo Piorno, mirada, que va más allá de las oscuras galerías mineras y sueña con los hermosos y queridos montes leoneses.
    Estaré atento a su publicación, para disfrutar de su contenido, como ya ocurrió en publicaciones tuyas anteriores, sobre un tema tan apasionante como es la minería y que tan bien conoces
    Un fuerte abrazo y mi más cordial enhorabuena.
    Nano 35

  8. Pues si Piorno, me falto decir eso también y aunque yo no lo vivi en mi casa, recuerdo el vacío y el dolor de los amigos y vecinos del pueblo y de tu padre, al cual no conocí porque cuando el murió yo tenía un par de meses, o algo así, lo recuerdo por mi padre y mi madre de oirles hablar de él en muchas ocasiones, ya sabes que tu madre era mi madrina y ellos se acordaban mucho del «tío Cerezal». Un besazo

  9. Amigo Nano. Mi principal deseo es que te encuentres lo mejor posible de tus problemas de salud.
    Por whatsapp te pedía que me dieras tu dirección para poder enviarte un ejemplar del libro. Por si mi petición no te llegó al móvil, te lo repito por este medio.
    Un abrazo.

  10. Querido Piorno, hoy recibí tu libro. Ya empecé a ojear las primeras páginas, ahora empezaré a leerlo, creo que, como todos los tuyos me pondrá la piel de gallina y me hará caer alguna lágrima pro también unas cuantas sonrisas gracias, todo ello, a los vívidos recuerdos que tengo del pasado, tan lejano a veces y tan cerca a la vez.
    Gracias por tu libro y dedicatoria. Un fuerte abrazo querido Piorno.

  11. Aquí estoy otra vez Piorno, para decirte que ya leí el libro, el título ya deja ver la sensibilidad que tiene la prosa, tú, que has entrado en la mina, tu que has vivido los estragos de las enfermedades del carbón y los accidentes dentro, llevándose consigo, más veces de las que las familias, compañeros y vecinos hubieron deseado, las esperanzas y las ilusiones de muchas familias del valle.
    Por tu pluma ya lo dice Mendiluce, » fui minero y lo siendo». Un hombre de una raza especial, como los hombres del Valle de Laciana.
    Me prestó muchísimo volver a hacer un viaje por la carretera de Orallo hasta la bocamina de Calderón, el pozo, el cargue, las tiradas del primero y el segundo y las subidas y bajadas a Fuexio.
    Gracias por compartir tus recuerdos con todos nosotros.
    Un fuerte abrazo

  12. Hola, Xiplina. Gracias por comentar tus sentimientos en esta página. Se muy bien lo que tú sientes cuando se te habla de Fuexio, de la carretera de Orallo o de los planos inclinados de Calderón. y, aunque no lo mencionas, me imagino lo que habrás sentido al ver a tu padre terminando de dar un chimenea con salida a la braña de Orallo. Yo, que he visto esa foto mil veces, aún así, cada vez que la veo vienen tantos recuerdos a mi mente que no puedo por menos que emocionarme.
    Un abrazo

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